Esta técnica es muy útil cuando la disfunción miofascial presente genera un dolor que aparece con la contracción. Está basada en la teoría de la inhibición recíproca de Sherrington, también se la conoce como técnica de energía muscular. Cómo siempre en FiO le aportamos nuestro toque particular.
Sherrington decía que cuando un músculo se contrae el antagonista debe relajarse. Este principio ha sido utilizado a lo largo de la historia de la fisioterapia y en multitud de maniobras para eliminar contracturas o estirar músculos de una manera más eficaz.
La técnica de inhibición recíproca tiene un potente efecto sobre la propiocepción actuando sobre unos receptores llamados órganos tendinosos de Golgi. Estos mecanorreceptores son los encargados de transmitir al sistema nervioso central SNC el grado de tensión que esta soportando el músculo o tendón en cada momento, así el cuerpo puede regular el tono muscular según sea necesario.
Una mala programación de estos órganos de Golgi puede estar transmitiendo que un músculo está soportando demasiada tensión cuando en realidad no es así. Por este motivo una contracción suave puede ser dolorosa. Esta técnica se sirve de un mecanismo reflejo para relajar (resetear) los receptores nerviosos y que transmitan la información real.
Esta técnica está indicada cuando el dolor miofascial es generado por una contracción.