La electricidad nos ayuda a potenciar el efecto de las ajugas cuando buscamos más eficacia en un tratamiento.
Aunque se puede utilizar casi siempre (excepto contraindicación expresa) la electroterapia es especialmente útil en dos casos:
1- Situaciones de dolor muy agudo cuando nos interesa obtener resultados lo antes posible.
2- Leiones que afectan a los nervios y por tanto tienen síntomas de origen nervioso como hormigueos o dolores irradiados. Por ejemplo, ciáticas, hernias discales o radiculalgias.
El proceso a seguir es el mismo que en acupuntura normal. Primero hay que realizar un diagnóstico energético y valorar qué tipo de desequilibrio energético presenta la persona. Seguidamente seleccionaremos los puntos de acupuntura que necesitamos estimular para corregir dicho equilibrio.