Normalmente cunado aparece un dolor articular nos podemos encontrar con dos tipos de situaciones, el bloqueo o la inestabilidad. Los terapeutas manuales como los fisioterapeutas o los osteópatas preferimos siempre encontraros con el primer caso porque siempre es más fácil desbloquear que estabilizar, aun así, uno de cada tres pacientes presenta un dolor secundario a una inestabilidad articular. La moxibustión se presenta como una buena alternativa de tratamiento
INESTABILIDAD ARTICULAR
En la inestabilidad los ligamentos que sujetan la articulación se debilitan y por tanto el movimiento es excesivo y descontrolado, esto hace sufrir las superficies articulares que rozan demasiado y se inflaman, y las estructuras peri articulares (músculos, tendones y ligamentos) se sobrecargan intentando controlar el movimiento.
El dolor ocasionado por una inestabilidad articular evidentemente aparece con el trabajo y el movimiento, cuanto más trabajo y más movimiento más roce excesivo y más inflamación, el reposo mejora la situación. Cuando la inflamación es ya muy importante debido a la falta de tratamiento el dolor puede llegar a ser constante. Suelen ser procesos de larga evolución que pasan por periodos de tiempo buenos en los que parece que se ha recuperado la lesión, y periodos en los que parece que empeora. Normalmente cuesta identificar el movimiento concreto que causa el dolor y la ubicación exacta del mismo.
Las inestabilidades suelen ser secundarias a traumatismos tanto directos como indirectos, es el caso de un latigazo cervical o un esguince de tobillo. También puede ser secundarias a un sobre esfuerzo o la práctica de un gesto incorrecto o repetido.
MOXIBUSTIÓN
Cómo ya sabemos la moxibustión consiste en la estimulación de un punto de acupuntura mediante la aplicación de calor. Un punto de acupuntura puede estimularse de varias maneras: aguja, calor, presión, ventosa, imán, laser… cada una de ellas tiene una función concreta y una ventaja sobre las otras.
En este caso la moxibustión tiene un poder de tonificación más alto que las demás. Aplicando calor sobre los puntos de acupuntura correspondientes vamos a conseguir aumentar el riego sanguíneo y la nutrición de las estructuras que sujetan la articulación, ligamentos y cápsula básicamente, consiguiendo así retensarlos y controlar la cantidad y calidad de movimiento.
Se pueden notar cambios ya desde una primera sesión, aunque lo normal es que se necesarias unas tres o cuatro dependiendo de la gravedad de la lesión. Tan solo hay que tener en cuenta unas contraindicaciones o precauciones:
1-Evitar aplicación local de moxibustión en fase aguda, es decir en el momento de más dolor con hinchazón de la zona, calor y rojez.
2-Evitar aplicación de moxibustión si el paciente presenta síntomas de fuego: agitación, nerviosismo, insomnio, ansiedad, hipertensión.
3-Evitar moxibustión cerca de zonas de la piel que presenten algún tipo de herida, infección o patología cutánea.
4-Evitar moxibustión cerca de vasos sanguíneos.